Gala Placidia nació en algún año entre el
388 y el 390 de nuestra era. Fue hija de emperador, hermana de dos emperadores,
mujer de un rey godo y de un emperador, y madre de emperador. ¿Se puede pedir
más? Posiblemente fuera la mujer más influyente de su tiempo.
Gala Placidia fue hija del emperador de
origen hispano Teodosio el Grande, que fue el último emperador que gobernó
sobre un único Imperio y el que en el año 380 impuso el cristianismo niceno que
establecía la naturaleza igual de Padre, Hijo y Espíritu Santo -y, por tanto,
condenando el arrianismo, que practicaban los godos y que propugnaba la
inferioridad del Hijo respecto al Padre- como la religión oficial del Imperio
Romano, tolerando (aunque poquito, a la vista de las trabas que ponía el
sistema a la continuidad de los cultos y ritos no cristianos) el paganismo.
Sus hermanos fueron Honorio y Arcadio, que
se repartieron el Imperio a la muerte de su padre en el año 395: Honorio se
quedó con Occidente y Arcadio con Oriente. Los hermanos se odiaban y hacían
todo lo posible por perjudicarse mutuamente, ayudando cada uno a los enemigos
del otro. Unos angelitos.
Pero volviendo a Gala Placidia, en el año
409 en el marco del saqueo de Roma a manos de los visigodos de Alarico, fue
secuestrada por esos bárbaros. A lo largo de aquellos años de decadencia, los
bárbaros (en el sentido latino de "extranjeros", no en el de grosero,
inculto o tosco) se habían ido asentando en el interior del Imperio, acaparando
el poder de muchas instituciones de todo tipo- entre ellas el ejército romano,
que tenía entonces casi más bárbaros que romanos- lo que les llevaba a pedir
constantemente prebendas de todo tipo. Hacia el año 409, el emperador Honorio
no concedió al rey visigodo Alarico las tierras, dignidades e indemnizaciones que
éste pretendía, por lo que el visigodo asaltó y saqueó Roma haciéndose con un
gran botín, en el que se incluía la princesa Gala Placidia que fue hecha
prisionera.
Sin embargo, la prisión no debió hacérsele
muy dura, pues en el año 411, con poco más de veinte años, se casó con Ataúlfo,
el sucesor de Alarico en el trono visigodo. Al parecer fue una relación
apasionada y amorosa, de la que nació un niño que murió siendo pequeño. Sin
embargo, la felicidad le duró poco pues Ataúlfo fue asesinado en el año 415.
Éste, antes de morir, hizo prometer a su hermano Walia que devolvería a Gala a
Roma tras su muerte. Y así fue como la desconsolada Gala volvió a Roma, a
someterse a la tutela de su hermano Honorio.
Sin embargo, las cosas no fueron demasiado
bien a su regreso, ya que en el año 417 la obligaron a casarse con Constancio,
con quien tuvo un hijo, Valentiniano, y una hija. Constancio fue nombrado co-emperador
en el año 421, pero murió al poco tiempo. Muerto su marido, los problemas de
Gala arreciaron pues al emperador Honorio le gustaba demasiado su
hermana, tanto que intentó violarla, lo que hizo que ella huyera con sus hijos
de Roma en medio de un enorme escándalo, refugiándose en Constantinopla con su
otro hermano, Arcadio, emperador de Oriente.
Honorio murió en el año 423 y, tras un
breve interregno, el hijo de Gala Placidia y Constancio, que tenía 6 años, fue
nombrado emperador: Valentiniano III, y ella, regente, puesto en el que se
mantuvo hasta el año 437, siempre ayudada por el general Aecio, con quien
mantuvo unas relaciones de respeto y temor por parte de ambos: Gala necesitaba
a Aecio, que era un general reputado y valiente, el único que fue capaz de
enfrentarse a Atila de igual a igual; la muerte de Aecio a manos del propio
Valentiniano III por celos y envidias, acabaron con las poquísimas
posibilidades de recuperación de un Imperio completamente acabado.
Los tiempos de la regencia y los últimos
años de su vida, que pasó en Roma, los empleó en patrocinar distintas
construcciones religiosas (era muy devota) entre las que destaca la Basílica de
San Juan de Letrán en Roma, y su propio Mausoleo, y la iglesia de San Juan
Bautista en Rávena. Murió en el año 450 y se duda que esté enterrada en el
Mausoleo que lleva su nombre, de exterior sencillo, pero que en su interior
esconde un tesoro en forma de mosaicos.
La Basílica de Letrán. Roma.
Baptisterio de San
Juan Bautista. Rávena.
Mausoleo de Gala
Placidia, exterior. Rávena.
Mausoleo de Gala
Placidia, mosaicos.
Mausoleo de Gala
Placidia, mosaicos.
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